Una de las voces más representativas de la nueva lírica hondureña, es indudablemente la de Carlos Escamilla (Olanchito, 1972), exiliado voluntario y obligado migrante, hoy día anclado transitoriamente frente a las playas de MIAMI, EUA, quien nos acaba de obsequiar su segundo libro de poemas titulado, COLIBRÍES Y EQUILIBRIOS.

Con su primera obra SILENCIO Y ESPEJO, Escamilla incursionó en los complejos campos de la creatividad literaria nacional e internacional, demostrando la calidad estética y coherente quedomina en toda su prodigiosa y fecunda creación.

Más que un libro, la crítica literaria internacional lo ha concebido como una galería de arte, y en sus páginas hay un dominio magistral de creatividad y una preeminencia de tiempo, amor, nostalgia y muerte.

La escritora argentina JEANNETTE RIFFO, prologuista del segundo libro de Escamilla, con sentido de análisis ha señalado, que en el mismo el autor demuestra la confianza en la humanidad, dejándonos una sensación de dolor y aprendizaje, y sobre todo, llantos de amor por la vida.